28 de febrero de 2012

Te tuiteo.

Ahora con tuiter*, la frase "me contó un pajarito..." tiene sentido.

Y nada, eso.


*tuiter, tchuiter, twitter. Bla.

25 de febrero de 2012

Lector, tenga en cuenta.

Voy a dejar esto claro, así evito caer en la reiteración de las cosas, porque hablar al pedo es una acción que no me gusta.
Lo lindo de cualquier red que uno puede adaptar, modificar y crear para su propio gusto, es que estimula la creatividad y desarrolla la expresión que uno va adquiriendo a medida que pasa el tiempo, con práctica, esfuerzo y sudor. Divino.


Ahora, cuando leo este comentario "Que lindo blog, te sigo de una. Me seguís? Acá podés clickear para entrar: www.soyunapersonapelotuditaquesubeimágenesconfrases.blogspot.com", me dan ganas de llorar. 
He meditado muchas veces en tomar carrera y darme la frente contra la pared. Dejen sus estupideces y piensen en la salud de uno, carajo. Pero che. 
Para eso está metroflog, o fotolog, donde la gracia es tener un montón de feivorit friends (o favorite friends, o FF, como quieran). Entonces aquél que tiene un montón de FF's entra automáticamente a la sección de los populares que concurren a fiestas re pro, donde escuchan  Lady Gaga y Christina Aguilera toda la noche, toman martini con sombrillitas y pedacitos de manzana, y sacan muchas fotos para después subirlas y seguir conquistando más amigos.
Acá no pasa eso, me temo. 
Por eso pido amable y encarecidamente, que dejen esa guarrada. 

No caigan en el chiste obvio porque les meto un virus en cualquier comentario.
Y amor, por sobre todas las cosas.

23 de febrero de 2012

"Conocerse claro está que necesita su tiempo."

No me puedo dormir si la persona que está al lado mío palmó primero.
Cuando estoy esperando un mensaje, pongo el celular en silencio para no escucharlo cuando llegue.
No piso las líneas que separan las baldosas. Y voy siempre por la misma hilera.
Camino del lado izquierdo de la vereda, sino me siento desprotegida. 
Si me agarran las piernas o los brazos -dejándome sin poder moverlos-, reacciono como una loquita que quiere zafar a toda costa de la camisa de fuerza, inútilmente. 
El hecho de que la gente use campera y no se la prenda, me irrita.  
Antes de dormir me hago un moño prolijo. 
Últimamente es más probable que me acuerde de llevar mi almohada cuando viajo, que las pastillas anticonceptivas. 

¿Por qué? 
No tengo idea. Pero son las pocas cosas que cumplo estrictamente, porque ni siquiera las pienso.

15 de febrero de 2012

Tabaco, no.

La primera vez que vi un paquete de hojillas en la mesa de casa, fue por una "mala actitud" de mi hermano -ya siendo un pelotudo de dieciséis o diecisiete años-, que mis padres no toleraron así nomás. Qué insoportables son a veces, porque en la adolescencia no te dan una palmada y se terminó el tema, sino que aparece el discurso moralista de dos horas.

Debo admitir que la vaga idea que tenía sobre las hojillas, carecía plenamente de realidad: no me imaginaba algo tan lindo. ¡Una preciosura! Tenía el tamaño adecuado para escribir palabras y soltarlas al viento. O dibujar pequeñeces. O contar mis secretos más profundos y guardarlos en escondites insólitos: ¡esa libretita cabía en cualquier lugar! Aunque nunca más la encontrara, por olvido, o por magia.

Pero hacía mal. Hacía mal y estaba mal. Porque la salud de uno es más importante. Porque no se podía mirar, ni tener, ni jugar con ella. Porque las nenas de diez años no quieren eso. Porque para mis padres no existía otro modo de uso. Y si bien entendía que todo se hacía para el bien de uno, jamás pude perdonarlos.

Hasta que solté mi primera palabra escrita en una hojilla, después de cuatro o cinco años, donde se fugaron mis ganas acumuladas.

Y por un segundo volví a mi década.

12 de febrero de 2012

No mamá, mis amigas están bien.

Extraído de una conversación amena con una amiga

Valentina: -Fah, mirá que bueno está ese tipo.
P: -Salado. Además te deja todos los chiquilines en la cara.

10 de febrero de 2012

Vos nunca pediste lo que yo te dí.

Soy un corderito. Soy un algodón de azúcar. Soy una almohada de plumas. Soy un pedacito de cielo. Soy un helado de melón con chocolate. Soy una dulce. Y un dulce de leche. Soy lo que genera la diabetes. Soy el merengue de la torta. Y la frutilla. Soy bocados de chajá. Soy gatitos durmiendo. Soy miel, diez cucharadas seguidas. Y alfajores "Agua helada". Soy un cuello bañado en perfume "Mujercitas".
Y doy asco.
Soy un asco.



[Y está bien así, para mí]

9 de febrero de 2012

Hola.

La gallega que dice "la base de virus ha sido actualizada", me excita.
(Y le doy "análisis rápido" varias veces al día)

¿Qué?

6 de febrero de 2012

Los niños intimidan.

Una nena de tres o cuatro años, me miraba curiosamente desde las piernas de su mamá. Mientras intentaba sostener los alfajores entre mi pera y mi pecho, chusmeaba los condones multicolores que estaban colgados en el stand de la caja. No iba a comprar ninguno, pero quería sentirme descaradamente atrevida, como esas minas que van a la farmacia de turno a comprar preservativos un sábado a las tres de la mañana. Siempre les tuve un respeto exorbitante. Pero de la nena quería hablar. De la nena y de su mirada que me seguía en cada acción que realizaba. (Imaginen las innumerables cosas que uno puede ejecutar en la fila de espera del supermercado)
Se llamaba Camila, porque su madre le dijo que no se sentara en el piso. -Camila, me tenés podrida. Ya estás grande, podés quedarte parada. Tenía los ojos grandes y las manos blanquitas. 
En un momento, se acercó con la vista en mis sandalias, deteniéndose en las uñas pintadas de rojo. Puso cara de desconcierto y me miró, e inmediatamente miró a la mamá. 
Debo decir que no fue muy cómoda la situación, generalmente no pasa muy seguido. Porque claro, yo le soltaba sonrisas simpáticas, y ella le preguntaba a su mamá en voz alta* si yo era nena o nene porque parecía varón, pero tenía las uñas pintadas. A toda esa escena bizarra, le sumé el quilombo de cajas de condones que tiré por la torpeza que me caracteriza. Pasé de ser multiloca que mira preservativos sin importar encontrarse con la vecina, a pajera que intenta juntar todos los forros con una mano, inútilmente. 
Ojalá las cámaras de seguridad registren sonidos, así aparezco en la comida de fin de año en "lo mejor del 2012". No sé si ustedes sabrán, pero me contaron que los empleados del supermercado festejan las fiestas descorchando sidras fermentadas, y mirando las mejores escenas que fueron registradas por cámaras.

*gritando. GRITANDO LA PENDEJA.

5 de febrero de 2012

Fuimos

-charlas.
-cuentos.
-música.
-libros.
-humo.
-risas.
-besos.
-cama destendida.
-calles.
-playa.
-ómnibus.
-bici.
-calor.
-noches.
-imanes con frases.
-duchas de a dos.
-caídas cargadas de risa que amortiguaron el golpe contra el piso.
-manos.
-caminatas.
-sexo.
-amor.
-insolación. 
-amigos.
-helados.
-colchón en el piso.
-muchos teamo y teextrañé.
-nosotros dos.