Los sonámbulos me persiguen desde que tengo memoria. Hasta mi Yo sonámbulo se burla de mí, aunque ni siquiera esté segura de cuando lo hace. A lo largo de mi corta vida, descubrí diferentes comportamientos que definen distintos tipos de sonambulismo.
Por ejemplo, existen los que siempre están a punto de revelar alguna verdad universal: -"el sinsonson de la clave abre todos los bancos del país.";
-"mi hijo en realidad flanten y por eso dudo de trensenson por su gran huella.";
-"Antonio Machado además de poeta, fue nalisnsensen fulepeu y plantienas lukeraso con niños."
Obviamente los grandes cazadores de mitos, toman estas palabras como verídicas e indiscutibles. Y en efecto, podemos ver sus programas en el History los sábados de tarde. Así que si tienen amigos reveladores, puede que se conviertan en multimillonarios si aceptan que periodistas y gente que está mal de la cabeza, les viole la privacidad cuando duermen.
También existen los sonámbulos que hacen un tour por las habitaciones del hogar, patio y/o la casa del vecino. La cagada de éstos, es que se mean en cualquier sitio, y encima, tienen la particularidad de pararse al lado de personas que duermen, haciéndolas sobresaltar con su presencia tétrica. Se dice que los mini infartos que a uno -como ser consciente y despierto- le provocan estas apariciones, dejan pequeñas secuelas que se notan a lo largo de los años. En casos como estos, intente darle órdenes básicas al sonámbulo, ya que muy a menudo las realiza. "Andate a dormir a tu cuarto" "Traeme un vaso de agua" "Fijate si el zaguán está trancado o no".
Si a usted lo caga a trompadas la persona que está durmiendo a su lado, no se preocupe, se está acostando con un sonámbulo primitivo. No hablan, ni se levantan, pero sí manifiestan su existencia con patadas, manotazos, codazos, y piquetes de ojos. Es recomendable atarlo con cuatro pulpos antes de que se duerma: pies, rodillas, cintura, y brazos. El matambre humano, también llamado. Víctimas de golpes atroces, optan por cambiar el tamaño de la cama, o comprar cuchetas en casos de extrema seguridad. Acá es la ley del más fuerte, en la supervivencia no se debe tener lástima.
No obstante, los que están mas heavy en este mundo noctambólico, son los inconscientes que sufren un pequeño problema de esquizofrenia, cuando se les mezcla ese ínfimo segundo de realidad, con lo que sueña. Uno puede descifrar cuándo es el momento que esa persona empieza a padecer de este curioso trastorno. Primero notará que hablándole, logra congeniar una conversación lógica con el dormido. De a ratos se preguntará si realmente estará despierto o no, lo que es estila, es esperar hasta sentir los ronquidos que emite entre cada espacio de las diferentes oraciones que va diciendo. El verdadero problema está cuando se despiertan en medio de una conversación y no entienden nada. Lógico. Reaccionan de forma violenta, sin argumentos, ni autocontrol. Es la paradoja del proceso: son más civilizados cuando roncan.
Seguramente tarden en reconocer su mala actitud. Por lo pronto, muéstrese seguro de sus argumentos, y no caiga en nefastos replanteos que pueden marearlo. Aguante hasta que le pida perdón.
Por último tenemos los pelotudos que gritan cosas que seguramente estén soñando.
El 99% de las personas padecen de este trastorno, aunque no deberían calificarse como sonámbulos. Cuando escuche a uno, tírele un vaso de agua fría.
Por ejemplo, existen los que siempre están a punto de revelar alguna verdad universal: -"el sinsonson de la clave abre todos los bancos del país.";
-"mi hijo en realidad flanten y por eso dudo de trensenson por su gran huella.";
-"Antonio Machado además de poeta, fue nalisnsensen fulepeu y plantienas lukeraso con niños."
Obviamente los grandes cazadores de mitos, toman estas palabras como verídicas e indiscutibles. Y en efecto, podemos ver sus programas en el History los sábados de tarde. Así que si tienen amigos reveladores, puede que se conviertan en multimillonarios si aceptan que periodistas y gente que está mal de la cabeza, les viole la privacidad cuando duermen.
También existen los sonámbulos que hacen un tour por las habitaciones del hogar, patio y/o la casa del vecino. La cagada de éstos, es que se mean en cualquier sitio, y encima, tienen la particularidad de pararse al lado de personas que duermen, haciéndolas sobresaltar con su presencia tétrica. Se dice que los mini infartos que a uno -como ser consciente y despierto- le provocan estas apariciones, dejan pequeñas secuelas que se notan a lo largo de los años. En casos como estos, intente darle órdenes básicas al sonámbulo, ya que muy a menudo las realiza. "Andate a dormir a tu cuarto" "Traeme un vaso de agua" "Fijate si el zaguán está trancado o no".
Si a usted lo caga a trompadas la persona que está durmiendo a su lado, no se preocupe, se está acostando con un sonámbulo primitivo. No hablan, ni se levantan, pero sí manifiestan su existencia con patadas, manotazos, codazos, y piquetes de ojos. Es recomendable atarlo con cuatro pulpos antes de que se duerma: pies, rodillas, cintura, y brazos. El matambre humano, también llamado. Víctimas de golpes atroces, optan por cambiar el tamaño de la cama, o comprar cuchetas en casos de extrema seguridad. Acá es la ley del más fuerte, en la supervivencia no se debe tener lástima.
No obstante, los que están mas heavy en este mundo noctambólico, son los inconscientes que sufren un pequeño problema de esquizofrenia, cuando se les mezcla ese ínfimo segundo de realidad, con lo que sueña. Uno puede descifrar cuándo es el momento que esa persona empieza a padecer de este curioso trastorno. Primero notará que hablándole, logra congeniar una conversación lógica con el dormido. De a ratos se preguntará si realmente estará despierto o no, lo que es estila, es esperar hasta sentir los ronquidos que emite entre cada espacio de las diferentes oraciones que va diciendo. El verdadero problema está cuando se despiertan en medio de una conversación y no entienden nada. Lógico. Reaccionan de forma violenta, sin argumentos, ni autocontrol. Es la paradoja del proceso: son más civilizados cuando roncan.
Seguramente tarden en reconocer su mala actitud. Por lo pronto, muéstrese seguro de sus argumentos, y no caiga en nefastos replanteos que pueden marearlo. Aguante hasta que le pida perdón.
Por último tenemos los pelotudos que gritan cosas que seguramente estén soñando.
El 99% de las personas padecen de este trastorno, aunque no deberían calificarse como sonámbulos. Cuando escuche a uno, tírele un vaso de agua fría.