Nací en invierno y considero que soy parte de él. Me hago responsable de los dedos hinchados, de las narices rojas, y de los pies torpes que parecen andar dormidos. Soy descendiente de los resfríos, y los contagio para poder seguir perpetuando las enfermedades invernales. Cargo con las lluvias heladas que caen sin consideración, abro mi paraguas con la idea de que ahora no soy más yo, sino una muchacha que camina educadamente saltando los charchos de pequeños cuerpos. Tiento al clima del verano usando medias de lana cuando llega la nochecita, me abrigo aunque no haya frío, y adopté la modalidad de tener siempre un pañuelo en mi cuello. Defiendo el invierno porque nadie lo quiere, porque el frío no pega con cerveza sino con vino, o con grappamiel. Es la estación azul, gris, violeta, tangerinas de tarde, fantasmas que salen de las bocas como si se trataran de pedacitos de almas que intentan escapar. Soy hija de los hermosos soplidos del viento, esos que hacen temblar ventanas. Lucho contra los remolinos violentos, y le sonrío a los abrigos con patas que adentro llevan niños de todos los tamaños. Me entiendo bien con los gorros bolivianos y las estufas a leña.
Quiero abrigarme más, y comerme el sol de la tarde; y dejar que un mechón de pelo se me escape de la capucha, para que el viento lo sacuda hasta alborotarlo. Quiero comidas de olla, de las que calientan las tripas y llaman al sueño. Quiero inaugurar oficialmente el sillón frente a la estufa, y las consecuencias de tener que buscar el calor humano hundiéndome en la piel de otra persona.
Invierno, te espero con los brazos abiertos.
Apurate un poquito.
Que lindo texto, como siempre.
ResponderEliminarfrío no pega con cerveza sino con vino
Rico!
Rico, rico.
EliminarCompartamos un vino, loca.
Me encantó la idea, de verdad.
Eliminarme encantaría ver caer ese mechon de pelo!
ResponderEliminarhermoso texto, doña!
abrazo
:)))))))
EliminarGracias, estimado.
Y es que me pasa lo mismo! Nací con la llegada del invierno, lo defiendo! Defiendo ese mes que no muchos quieren, JUNIO!
ResponderEliminarPd.: esas son las palabras que nunca pude escribir, acerca de lo que vendría a ser mi estación predilecta! Y que no se me mal interprete, quiero a todas las estaciones!
EliminarYo quiero a Junio... aunque este vino bastaaaaaaaaaaaaante, pero bastante cambiante.
EliminarOjo, no tiene la culpa, pobrecito.
Pero super andar con 30 poleras un día, y de manga corta otro.
ASÍ NO.
BERRETA, NO.
No quiero hablar por todos los sindicalistas anónimos que te leemos....
ResponderEliminarpero que bien escribís pendeja
te lo repito porque este texto es muy muy muy lindo
estamos juntando firmas para encontrarte por linux jajaja
nos vemos
Hablar por los demás está muy mal, Diego...
Eliminarqué bueno que te haya gustado.
Saluditos.
Pa que lindo nena :)
ResponderEliminarme encantó!
Yo odio al invierno, serpa quizás porque soy hija de la casi primavera
"..NIÑA de la primavera, regá mi patio de amor."
Eliminarme encanto, amo el frio, el gris en el cielo y las tormentas que nunca paran, no naci en invierno pero lo re banco !... escribis demasiado bien!!!
ResponderEliminarLas tormentas las banco cuando no tengo que salir de mi casa, ponele.
EliminarSino me joden un toque.
¡Gracias!
Ay ta, si todos vamos a decir en qué estacion nacimos, yo digo la mia también: VERANO!
ResponderEliminarNo puedo ser menos no.
Jajajaja, qué guachita pajera.
EliminarNo sos menos, Cinty, tenés un lugar en el corazón de juanaquerida, en serio.
https://twitter.com/TiernaPesadilla/status/212329523268685826
EliminarY usted, así, con las palabras que nos regala cada tanto, tiene un lugar acá (se toca la teta izquierda) también :)
Creo que tenemos pocos días de diferencia, de cumpleaños, digo. Yo amo más el otoño que el invierno, pero le haría un IDEM total a esto que decís. Me gusta muchísimo más el frío que el calor, si al verano y el invierno los pongo al mismo nivel es porque el primero implica vacaciones y paseos, nada más.
ResponderEliminarNo entiendo el por qué de ese odio al invierno, con lo linda que es la necesidad de buscar calor y la felicidad al encontrarlo. Sobretodo de la forma que decís vos al final.
Besitos :)
Tal cual.
Eliminar¿vos qué fecha naciste?
Está todo bien con el verano... pero el invierno le pasa el trapito. Aunque, no sé, las noches de verano también tienen lo suyo.
Las noches de verano tienen algo magico, a veces.
EliminarEl 22/8 nací yo :)
Las noche del 5/2 es lo más mágico que puede haber, sindudamente.
EliminarAl parecer soy el único demente que prefiere el calor pegajoso y los días largos... Qué se le va a hacer, nunca banqué mucho a mi padre, Invierno. Soy el hijo resentido que prefiere los regalos caros del tío Enero.
ResponderEliminarIgual, con una descripción tan linda, hacés que lo odie un poco menos :)
El calor pegajoso, qué asco.
EliminarLas noche de verano te las banco... pero ya el calor insoportable estiran los huevos, no.
(Sí, ya sé que es una imagen fea, iba a poner "que estiran las tetas", pero tengo un poco de limites al escribir)
Definitivamente "estiran las tetas" es una imagen mucho peor, no se por qué.
EliminarYo nací en verano, pero lo aborrezco. siempre digo que cuando uno tiene mucho calor, no se puede quitar la piel, pero cuando uno tiene mucho frío siempre se puede abrigar :)
ResponderEliminarNo hablaste delas bufandas, el accesorio más lindo que presta el frío.
Pd. Estoy escribiendo esto enfrente a la estufa con un malbec en la mano... Solo me falta la otra piel :P
Tu comentario termina con un chorro de glamour en este blog tan grasa, che.
EliminarNo se puede así.
Las bufandas las banco, pero no hay como un buen pañuelo.
precioso y poético tu texto,
ResponderEliminarpero yo al invierno lo detesto.
a los que somos medio bajoneros nos pega muy mal.
saludos :)
No digas que lo detestas porque después se te venga.
EliminarY te hace pasar horrible.
Te lo digo porque todas las estaciones son iguales, rencorosas que da miedo.
Bue bue, ahora resulta que a todos les gusta el invierno (ja). Con su poder literario esta chica quiere convencernos, pues no sucederá conmigo(?).
ResponderEliminarAle, toy contigo.
Mi problema es con el frío, no con el cielo nublado, ni la lluvia, ni las comidas de olla, ni las estufas a leñas.
Mire que fui el primero en pedir un ejemplar de su futuro primer libro autografiado, no me olvido.
Saludo.
Yo no quiero convencer a nadie, ya que todos somos librepensadores y somos capaces de tener una propia idea, concreta, y bien argumentada. Y más en un tema tan polémico como este. (?)
EliminarMatias, ¿vos crees en Dios?
Winter is coming...
ResponderEliminarJusto pusiste todo lo que me gusta del invierno. Lo único que no me gusta es cuando se va de tema, y hace que me ponga mil cosas, y siga teniendo frío. Pero igual, la sensación de ya no tener más frío es genial :)
ResponderEliminarBeso!
Me encanta andar por la vida como si pesara 150kg, y tenga poca agilidad en todo el cuerpo.
EliminarEs genial.
A mí no me va el invierno. Hice todo lo posible por llevarme bien con él, pero no hay caso. Aunque, aunque, disfruto de algunas cosas, lo admito. Sobre todo de eso último que dijiste.
ResponderEliminarSalu
Y si, algo bueno siempre se rescata.
EliminarY generalmente es lo que hace que sea más pasable.
Como siempre excelente.
ResponderEliminarTu texto tiene textura, olor y gusto. Aunque trate del invierno, es muy cálido.
A comer guisos, tomar vinos y dormir pegados!
Salu!
Marcos
A comer guisoooooooooo.
EliminarCarajo.
Gracias por leerme, Marcos.
¡Saludos!