10 de noviembre de 2011

No se rían porque les puede salir un hijo así.

Después de once meses, caí en la cuenta de que ya estamos pisando navidad, año nuevo, playas, y nuevamente estudios. Caí en la cuenta de que el tiempo es relativamente corto, para la cantidad de cosas que se me ocurren hacer. Caí en la cuenta de que bruscamente se me cierra una etapa, y que bruscamente empieza otra. Sin ningún respiro en el medio. Y mientras intento poner cara de póquer, que en mi puta vida me salió, me entro a dar manija sobre lo grande que están mis primos, mis hermanos, mis amigos, y yo.
No es que tenga complejo de vieja apendejada, no. Lo que sí tengo es un nosequé en el cuerpo, que se me formó cuando caí, nuevamente, en el poco tiempo que hay, y lo pisabolas que soy.
Tengo miedo y nervios. Tengo nervios, miedo, y ganas de cagar. Porque el miedo y los nervios juntos, provocan reacciones de mierda. 

Hace días, me miré todo el cuerpo en el espejo del baño. Me miré las piernas, las caderas, la panza, los pechos, la cara, los brazos, y dije para mi misma, "pucha, tenés cuerpo de mujer Valentina. Tenés flotadores, tenés caderas, cola, tetas, ¿cuándo fue qué apareció todo eso? Tenés 18 años y ayer estabas en tercero de liceo." 

Y todavía sigo en la espera de que vuelvan mis amigos del barrio para armar un picadito, o de salir a saltar la cuerda para saber si voy a ser viuda, casada, soltera, o divorciada. 
A veces me pinto los labios y me calzo tacos, y me pongo a cantar. Otras veces salgo de championes, morral, y busco una hamaca en el parque para tocar la copa de algún árbol. Y cuando un domingo amanezco temprano, voy corriendo a tirarme en la cama grande. 
Son esas cosas las que me mantienen a flote, porque todavía no las he perdido.

Es horrible tener tomar decisiones que carecen de tiempo. Nunca se está preparado. Porque cuando más elijo, más pienso y tomo en cuenta las cosas, más grande es el signo de interrogación en mi cabeza.

Y ya lo estoy empezando a odiar.




Me doy tanto asco cuando me pongo así.

13 comentarios:

  1. Sabés? Le haría un IDEM enorme a esta entrada en tantas cosas. Esa sensación cuando sabés que vas a cerrar una etapa y estás tan cagado porque ni idea de cómo va a ser la que viene... pa

    Beso Vale :)

    ResponderEliminar
  2. Esto no es nada....cuando llegan los 20 te querés matar! Te viene un bajón de "soy viejo" horrible...

    Anyway...te vas a gozar en esta nueva etapa....es siempre una oportunidad de reinventarse...

    ResponderEliminar
  3. Sos graciosa cuando querés. Sí, sí, ya tenés 18, hacete mujer y subite a un standUp.

    ResponderEliminar
  4. Uff, yo me sentí igual cuando me di cuenta de que estaba terminando el liceo y arrancaba la facultad... Parece terrible, pero después de un tiempo me di cuenta de que seguía siendo el mismo y nada cambiaba radicalmente (por suerte). Es tan gradual que cuando te queres acordar ya cambiaste sin darte cuenta... Eso sí, el tiempo se va volando!

    ResponderEliminar
  5. De acuerdo con Ale. Es así, el tiempo corre, no se detiene. Para cuando vuelva a mirar, mi estimada, se encoontrará en medio de lo que ahora le atemoriza, que para ese entonces, será la más normal de las rutinas.

    Como decía Ortega y reafirmaba Gasset*, "Yo soy yo y mi circunstancia..." y créame que es así.

    Que se yo, le recomendaría no se procupe demasiado por el cambio, uno porque es inevitable -conforme avance el tiempo- y dos, debido a que como dije, cuando repita este ejercicio, probablemente ya estará en otra situación en donde el actual paradigma será su futura rutina.... y así.

    En fin, parafraseando a un erudiCto como el señor Maximilian of the Cross, "Enjoy Lifan, Enjoy Life" :P

    *torpe muletilla.

    ResponderEliminar
  6. Yo todavía no puedo creer que llevo dos décadas vividas...que dentro de 2 o 3 años, decir que vivo con mi madre comience a sonar mal xD

    ResponderEliminar
  7. ay que linda que sos
    yo odiaba que me digan esto pero : NENA APROVECHA AHORAAA
    cuando tengas veintipico ni te digo, porque no se que pasa pero de un año para otro se cae TODO.
    aprovecha y mostra el culo las tetas , las piernas y todo ahora. AHORA ajajajja

    confià en mi.

    ResponderEliminar
  8. Es peor cuando pasa, ni cuenta te das. Miras para atrás y decís, ya? pero si todavía me queda tanto por crecer. Bueno, no. Hasta acá llegaste te dice la vida, y con eso un bizcocho, termina tu primer año de facultad.

    Abrazo Valentina, se te extrañaba.

    ps. Mi tio te "conoce" che, hablando de blogs me dijo que reconocía este. Camilo Baraibar? son amigos en facebook, jajaja, adios a tu privacidad ;)

    ResponderEliminar
  9. juanavalentinaquerida, el tiempo pasa inexorable.
    y hay que saber aprovecharlo.
    dos cosas: a. lo que no gastes, lo perdiste.
    B. el tiempo real es inversamente proporcional al tiempo vivido.

    y a pesar de todo eso, siempre hay tiempo.

    no dejes de ir a tirarte en la cama grande, de saltar a la cuerda, de sonreir.

    un abrazo
    f

    ps: en diciembre cumplo cuarenta, manga de pendejos quejosos. VIVAN CARAJO!

    psii: me olvidé de lo que iba a decir... serán los años?

    ResponderEliminar
  10. 'cuerpo de Valentina' jajaja, me gustó.

    ResponderEliminar
  11. el "ganas de cagar" me hizo reír mucho porque no me lo esperaba para nada jajaja.
    entiendo tanto lo que escribiste que el sólo leerlo me desespera también a mí... yo diría directamente que es horrible tomar decisiones, en cualquier momento, punto.
    igual, esas cosas que te mantienen a flote, uno no las pierde nunca.

    ResponderEliminar

Agítese antes de comentar.