2 de agosto de 2012

Si plantas rosas, crecen sandías.


Los dedos de Gervasio tienen vida, y no por el simple hecho de que él se encuentre vivo. Digamos que cada uno posee su propia personalidad. Es extraordinario verlos interactuar libres, superiores, con otras partes del cuerpo. A decir verdad, resulta un tanto petrificante cuando uno los ve por primera vez. Los doctores afirman que este fenómeno -aunque nunca decimos esa palabra frente a ellos- se originó por la fascinación de Gervasio hacia la guitarra. No es detalle menor agregar que es uno de los mejores músicos de nuestro pueblo, sin embargo su timidez lo limita para ser un artista reconocido. Fue comparado con Slash una noche de fogón, un aficionado del que ignorábamos su existencia, se atrevió a confesárselo pese a las risas de todos nosotros. En varias ocasiones intentamos convencerlo de que se mostrara un poco más, pero el cagón siempre prefería terminar tocando solo, de huraño que es.
Pero Gervasio aquí no es el importante.

Es común que cada dedo antes de formarse, haga seriamente un test de personalidad para determinar con cuál se llevará mejor. Quien haya pensado que el dedo índice de la mano derecha, está en la mano derecha por una buena formación, puedo asegurar que no sabe absolutamente nada de la vida. Y menos de anatomía microscópica. Imaginen vivir pegados a personas que no tienen nada que ver con uno, el índice de suicidio aumentaría. Que no tengamos dedos independientes, no significa que en nuestro origen -cuando recién estábamos siendo engendrados- no hayamos pasado por rigurosos análisis. El nivel de desarrollo para las percepciones, es muy distinto en cada persona, sabemos que hay individuos que nacen con mejor oído, mejor olfato, mejor memoria, mejor tacto, en relación a otros. La independencia de extremidades no se logra con ningún tipo de hechizo, simplemente está en la naturaleza de uno. 

Gracias a Gervasio, aprendí que los dedos detestan juntarse con los de la otra mano, sobre todo si al meñique lo ponemos con el meñique, al anular con el anular, al mayor con el mayor, y así sucesivamente. 
También sé que uno se siente seguro con otra persona, cuando la conexión que se experimenta al entrelazar los dedos, le da una seguridad pura. 
Me contó que le temen a las puertas entreabiertas, a los cuchillos lisos, a las tizas verdes y a los manojos de todo tipo de alfileres.
Y por si alguien se lo preguntaba, a ningún dedo le gusta meterse en la nariz, les resulta asqueroso. Una verdadera pena.

No obstante, sigo esperando que Gerva tenga novia para establecer una buena conversación que me aclare ciertas curiosidades.


14 comentarios:

  1. Tantas clases de biología para darme cuenta de que soy un ignorante en anatomía microscópica. Todos los días se aprende algo nuevo...

    La novia de Gervasio va a vivir relajada, debe hacer unos excelentes masajes capilares!

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    1. Jajaja, sí, no sé cómo podés andar por la vida con ese error de concepto.

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  2. tremenda cancionsota, buena historia la de los dedos de Gervasio, te creí eso de que la seguridad con el otro viene del buen encastre de las manos. y me pareció lindo lo de la seguridad pura.
    me seguís cayendo bien! :)

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    1. ¡Esa! Qué bueno, Lluvia Canina.
      Es tremenda cancionsota sí. Requete cierto.

      Abrazo.

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  3. me encanta leerte entre lineas.

    y ya sin tner nada que ver, o si, cuidensé de los cuchillos desafilados.
    la semana pasada me rebané dos dedos de la mano izquierda pelando zapallo. el mayor parecía que hablaba: serás boluuuuudo! decía, abriendo grande la boca mientras vomitaba una sustancia rojiza.

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    1. Ddddddddd, qué asco. ¿Cómo tenés los dedos ahora?
      Por suerte no fue en la mano hábil.
      No sé por qué pensé que eras zurdo.

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  4. También sé que uno se siente seguro con otra persona, cuando la conexión que se experimenta al entrelazar los dedos, le da una seguridad pura.


    Sos tan genial escribiendo guacha...

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  5. (Cuando tocás la guitarra los dedos bailan y están demás)
    Vivan los dedos, vivan las manos.

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    1. A veces cuando escribo mis dedos también bailan.
      (Y está demáaaaaaaaaaas)

      ¡Vivan los dedos y las manos, carajo!

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  6. Mis dedos me dicen que los manche de colores, tinta y mi cabeza me dice que tengo que seguir leyendo Epistemología y bases biológicas del comportamiento humano ¬¬

    GENIAL el tema de yapa Valentinuchis :)

    extrañaba pasear por tu rincón. Besotee!!

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    1. Bienvenido nuevamente Martincito, igual ahora ya noestás muy aplastado por los libros, ¿no?
      Pintate un ratito los dedos, que te va a hace bien.

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  7. Mis dedos, al igual que mi cabellera se emanciparon de mi ser hace ya bastante tiempo. Ambos libraron sendas batallas que no fueron tales, pues el enemigo por aquellos tiempos tenía un potencial bélico asaz deficiente (similar al que poseo en estas horas)
    Ahora, todos mis dedos y mis cabellos son entidades independientes, soberanas y constituídas, con carta magna y todo.
    Y lo que respecta a mi ser, cómo buen perdedor, que ha quedado a merced del poder de los triunfadores, simplemente obedece sin chistar los dictámenes de ambas naciones.

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    1. ¡Friduuuuuuuuuuuuuuuuuuuum!

      Ahora, que ya tengan una carta magna, no me parece.
      Los dedos y cabellos son anarquistas desde su nacimiento.

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